ECLESIASTÉS

Autor

Desde el punto de vista de la apologética, surgen dos preguntas básicas en torno a Eclesiastés: en primer lugar, si Salomón fue el autor, y segundo, si el libro se enmarca dentro de la ortodoxia. Con respecto a la primera pregunta, muchos eruditos consideran que Eclesiastés es un libro tardío, escrito entre los años 400 y 100 a. C., y por ende, no podría haber sido escrito por Salomón, que vivió en el siglo x a. C. En cuanto al segundo cuestionamiento, a muchos lectores les incomoda la actitud de aparente cinismo («Todo es vanidad» dice Ecl. 1:2), la supuesta negación de la vida después de la muerte (por ej., 3:19-20), los consejos sobre comer, y beber y gozar de la vida (por ej., 5:18; 10:19), y por último, una actitud acaso indiferente respecto de la conducta moral (por ej., 7:16-17). Este segundo cuestionamiento se analizará en las notas del libro de Eclesiastés.

LA CREDIBILIDAD DE ECLESIASTÉS

El principal argumento para rechazar a Salomón como autor de Eclesiastés se basa en que algunos términos del libro no aparecen en otros textos hasta varios siglos después del reinado de Salomón. No es un dato menor, pero se debe tener en cuenta que los argumentos basados en pruebas lingüísticas son indudablemente muy difíciles de probar. Como solo poseemos un reducido número de textos del antiguo Cercano Oriente, es difícil establecer el momento preciso en que una palabra determinada pasó a formar parte del habla corriente.


Por otro lado, tenemos pruebas de que el autor de Eclesiastés estaba familiarizado con algunos textos clásicos de Mesopotamia y de Egipto, pertenecientes a una época anterior a Salomón (ver nota en 9:8-9), mientras que no hay nada en el libro que muestre algún tipo de contacto con la literatura de épocas posteriores, por ej., con los clásicos griegos del siglo v a. C. y siguientes. Esto inclina la balanza a favor de aceptar la autoría de Salomón, a la vez que crea obstáculos para fechar la composición de Eclesiastés entre los años 400 y 100 a. C.