2 PEDRO
LA CREDIBILIDAD DE 1 Y 2 PEDRO
A pesar de todo lo expuesto, la autenticidad petrina sigue siendo la hipótesis más convincente y está respaldada por los siguientes argumentos:
(1) Como corresponde a los buenos historiadores, comenzamos con lo que la propia carta dice y vemos que el texto identifica al apóstol Pedro como autor (2 P. 1:1). El apóstol afirma que su muerte está cercana (2 P. 1:14), pero más impactante aún resulta la afirmación de que fue testigo de la transfiguración de Jesús (2 P. 1:16-18). Si el autor no fuera el apóstol, obviamente, se expuso a ser acusado de fraude y engaño.
(2) Es posible que Judas haya usado la carta de Pedro como fuente, y no viceversa, aunque la hipótesis más probable sigue siendo que la carta de Pedro, efectivamente, depende de Judas. En el siglo i, no se acostumbraba incluir notas al pie para identificar las fuentes, y quizá Pedro recurrió a Judas porque el contenido de esa carta era apropiado para sus lectores.
(3) No es posible afirmar a partir del texto de 2 Pedro que los adversarios eran gnósticos del siglo ii. El pensamiento gnóstico proponía una cosmología dualista, rechazaba el mundo material y tenía una cristología distorsionada. Ninguno de estos elementos está presente en 2 Pedro.
(4) El texto en 2 P. 3:15-16 no indica que todas las cartas de Pablo habían sido compiladas ni que se las considerara canónicas. No hay duda de que Pedro conocía algunas cartas paulinas y reconocía la autoridad de esos escritos, pero eso no equivale a decir que ya se había reunido la colección completa de documentos paulinos. Aquellos que consideran imposible que Pedro haya elogiado a Pablo están demasiado influenciados por la hipótesis de la antigua escuela de Tübingen propuesta por F. C. Baur.
(5) La carta de 2 Pedro tiene un vocabulario y un estilo diferentes de la primera epístola, y el autor hace buen uso de términos griegos. Pero este dato no es decisivo para rechazar la autenticidad petrina. No debemos olvidar que el conjunto de escritos de Pedro es muy pequeño, por lo tanto, cualquier opinión sobre el «estilo petrino» debe comenzar por admitir que no hay suficiente material escrito por Pedro para hacer una evaluación definitiva de su estilo literario. Quizá el apóstol cambió su estilo para escribir sobre la situación particular de sus lectores, tal como Pablo lo hizo en Atenas (Hch. 17:16-34). También existe la posibilidad de que Pedro le hubiera encomendado la redacción de la carta a un secretario, lo cual explicaría las diferencias de estilo entre la primera y la segunda.
(6) Tampoco resulta convincente el argumento que plantea que Pedro muestra una teología diferente. Debemos recordar que la carta se escribe en respuesta a una situación particular en la vida de las iglesias y no se propone, por lo tanto, presentar un resumen de la teología de Pedro. No existen pruebas sólidas de que se incorporaran cartas seudonímicas en el canon; por el contrario, se las rechazó por considerarlas engañosas y básicamente fraudulentas.
