2 PEDRO

Autor

En 1 Pedro, el autor se presenta como el apóstol Pedro (1 P. 1:1), y no hay motivos fundados para dudar de la autenticidad petrina de la carta. Los padres de la iglesia sostuvieron la autoría de Pedro, y hay pruebas amplias y tempranas que respaldan esta opinión. El tema más controvertido respecto de 1 y 2 Pedro y Judas es si Pedro verdaderamente escribió la segunda epístola. La mayoría de los eruditos bíblicos no evangélicos sostienen que Pedro no escribió la segunda carta, y también comparten esta opinión algunos estudiosos que se identifican como evangélicos. El rechazo de la autenticidad petrina se basa en los siguientes argumentos:


(1) La segunda carta de Pedro usó el escrito de Judas como fuente, y Judas se escribió en fecha tardía, de modo que Pedro, fallecido en la década del 60 d. C., no pudo llegar a conocerla. Además, algunos creen que Pedro nunca hubiera recurrido a un autor como Judas como fuente.


(2) El vocabulario griego y la teología de la carta prueban que el autor no pudo ser Pedro, un pescador galileo, sino que debió ser alguien familiarizado con la cultura griega. Además, las diferencias de estilo entre 1 y 2 Pedro indican que se trata de autores diferentes.


(3) Los falsos maestros de la carta se corresponden con los gnósticos del siglo ii, y resulta obvio que Pedro no pudo haber escrito un documento perteneciente al siglo ii.


(4) La carta reconoce las cartas paulinas como Escritura (2 P. 3:15-16), pero sabemos que la compilación de las cartas de Pablo y su consiguiente reconocimiento no pudo haber ocurrido en vida de Pedro.


(5) Los padres de la iglesia del siglo ii no citaron la carta, y su canonicidad continuaba siendo resistida en el siglo iv d. C.

LA CREDIBILIDAD DE 1 Y 2 PEDRO

A pesar de todo lo expuesto, la autenticidad petrina sigue siendo la hipótesis más convincente y está respaldada por los siguientes argumentos:


(1) Como corresponde a los buenos historiadores, comenzamos con lo que la propia carta dice y vemos que el texto identifica al apóstol Pedro como autor (2 P. 1:1). El apóstol afirma que su muerte está cercana (2 P. 1:14), pero más impactante aún resulta la afirmación de que fue testigo de la transfiguración de Jesús (2 P. 1:16-18). Si el autor no fuera el apóstol, obviamente, se expuso a ser acusado de fraude y engaño.


(2) Es posible que Judas haya usado la carta de Pedro como fuente, y no viceversa, aunque la hipótesis más probable sigue siendo que la carta de Pedro, efectivamente, depende de Judas. En el siglo i, no se acostumbraba incluir notas al pie para identificar las fuentes, y quizá Pedro recurrió a Judas porque el contenido de esa carta era apropiado para sus lectores.


(3) No es posible afirmar a partir del texto de 2 Pedro que los adversarios eran gnósticos del siglo ii. El pensamiento gnóstico proponía una cosmología dualista, rechazaba el mundo material y tenía una cristología distorsionada. Ninguno de estos elementos está presente en 2 Pedro.


(4) El texto en 2 P. 3:15-16 no indica que todas las cartas de Pablo habían sido compiladas ni que se las considerara canónicas. No hay duda de que Pedro conocía algunas cartas paulinas y reconocía la autoridad de esos escritos, pero eso no equivale a decir que ya se había reunido la colección completa de documentos paulinos. Aquellos que consideran imposible que Pedro haya elogiado a Pablo están demasiado influenciados por la hipótesis de la antigua escuela de Tübingen propuesta por F. C. Baur.


(5) La carta de 2 Pedro tiene un vocabulario y un estilo diferentes de la primera epístola, y el autor hace buen uso de términos griegos. Pero este dato no es decisivo para rechazar la autenticidad petrina. No debemos olvidar que el conjunto de escritos de Pedro es muy pequeño, por lo tanto, cualquier opinión sobre el «estilo petrino» debe comenzar por admitir que no hay suficiente material escrito por Pedro para hacer una evaluación definitiva de su estilo literario. Quizá el apóstol cambió su estilo para escribir sobre la situación particular de sus lectores, tal como Pablo lo hizo en Atenas (Hch. 17:16-34). También existe la posibilidad de que Pedro le hubiera encomendado la redacción de la carta a un secretario, lo cual explicaría las diferencias de estilo entre la primera y la segunda.


(6) Tampoco resulta convincente el argumento que plantea que Pedro muestra una teología diferente. Debemos recordar que la carta se escribe en respuesta a una situación particular en la vida de las iglesias y no se propone, por lo tanto, presentar un resumen de la teología de Pedro. No existen pruebas sólidas de que se incorporaran cartas seudonímicas en el canon; por el contrario, se las rechazó por considerarlas engañosas y básicamente fraudulentas.